7.12.08

ANTES MUERTOS QUE SENCILLOS

NEW YORK DOLLS - SALA HEINEKEN -2008-3-12
Rock de la vieja escuela en Madrid

Cuando salió a la venta One Day It Will Please Us To Remember Even This, ultimo disco de estudio de las muñecas hasta la fecha, todos pensamos que sí podía ser cierto volver a encontrarnos con la banda Glam por excelencia en plena forma. La verdad es que después de presenciar el concierto se han confirmado mis mejores expectativas pues han demostrado una vez más que la actitud no tiene edad.

Los New York Dolls salieron a divertirse y a divertir a la audiencia y así fue (como si no se explican las sonrisas de oreja a oreja que lucía la parroquia después del evento). Temazos que van desde clásicos como “Babylon” o “Looking for a kiss” hasta puñetazos más recientes, que no por ello menos recomendables; “We´re all in love”, “Dance like a Money”, pasando por versiones de rigor; la popularizada por Janis Joplin “Piece of my heart” o un tema de Bo Didley “Pills”.

Pero claro, no serían los New York Dolls si estas canciones no estuvieran aderezadas con los movimientos de cadera de David Johansen o el magnetismo de Sylvain Sylvain, que logran crear un ambiente tan festivo y alegre, como oscuro y desgarrador, ahí están los recordatorios del malogrado Thunders en "You Can't Put your arms around a Memory" enlazada con “Lonely planet boy”. Por supuesto este gran estado de forma lo hacen posible tanto Sammy Yaffa al bajo como Steve Conte, enchufadísimos desde el minuto uno.

No podían faltar “Trash” y “Personality crisis”, así que fueron tocadas como es menester, la peña se volvió loquísima y todos contentos. El año que viene prometen disco, no se ustedes pero yo no creo que lo deje pasar.

Discúlpenme, voy a pintarme los labios.


Texto & imágenes: Patilla Caliente

24.11.08

Simple Plan, Zebrahead, y K.I.G.H.: trío de ases en la noche barcelonesa


Tres de los referentes Punk-Pop del momento ofrecieron un memorable concierto en el Club Sant Jordi (Palau Sant Jordi) de Barcelona ante cientos de seguidores. Simple Plan se revela como la mejor actuación de la velada con un marcado sabor español.

Cientos de jóvenes se concentraron en la noche del sábado en una larga cola que circundaba los alrededores del Palau Sant Jordi en Barcelona. Algunos llevaban allí desde primeras horas de la mañana, esperando a que las puertas del recinto fuesen abiertas por la tarde. La espera merecía la pena, ya que esa noche actuarían tres referentes de la escena punk-pop del momento. Gritos, coreos varios de las canciones y adolescentes enfervorizados fueron la tónica general de la espera. A las 7 de la tarde se abrieron las puertas de Sant Jordi Club. Una sala imponente recibía a los asistentes.

En un escenario grande, pero austero, salieron a escena los primeros de la noche, Kids In Glass Houses. El grupo de Gales estuvo muy activo en el escenario aun viendo que el público no respondía como se esperaba. De hecho fue una actuación tan enérgica que el cantante de la formación, Aled Phillips, recibió un fuerte golpe en la cara propiciado por el mástil de la guitarra de Joel Fisher en el comienzo del concierto. En la actuación repasaron temas de su primer disco Smart Casual.

No faltaron canciones como la ya famosa “Saturday”, la enérgica “Fisticuffs”, y su último single “Give Me What I Want”. La actuación del quinteto estuvo marcada, en la parte negativa, por una defectuosa ecualización sonora. Esta tuvo como consecuencia que las líneas vocales se escuchasen a un nivel muy bajo a pesar de los esfuerzos del cantante.

Los segundos en aparecer en escena fueron Zebrahead. La consolidada formación norteamericana llenó de fuerza el escenario gracias a sus siempre enérgicos temas que conectaron de manera efectiva con el público. Los asistentes al concierto no pararon de saltar y corear los temas de la banda. De hecho, muchas de las personas allí presentes habían asistido sólo para ver a Zebrahead, lo que se reflejó claramente durante la actuación de los norteamericanos. Durante el concierto repasaron temas de discos como “Broadcast To The World”, o el recién estrenado “Phoenix”. E incluso, a mitad de la actuación, Pierre Bouvier y Sebatién Lefebvre (Simple Plan) se atrevieron a entonar un tema con la banda norteamericana como anticipo de lo que vendría después.

La nota amarga de la actuación fue brindada, de nuevo, por el desastroso balance en la ecualización instrumental. Como resultado de ésta, la batería cobró demasiado protagonismo (Algunas veces incluso sobresaturando el sonido debido al uso de doble pedal para el bombo) y las líneas vocales fueron relegadas casi a un segundo plano. Este hecho provocó que las personas que se encontraban en las primeras filas apenas pudiesen apreciar las voces de los dos cantantes. Dejando de lado este pequeño inconveniente, Zebrahead ofreció una actuación notable que fue clausurada con el tema que les llevó a la fama mundial: “Playmate Of The Year”.

Pero el plato fuerte de la noche fue servido a manos de la banda canadiense Simple Plan. El grupo, que es uno de los actuales referentes del punk-pop a nivel internacional, ofreció una actuación memorable en la que destacó el humor, la conexión con el público, y sobretodo la música. “Generation”, tema contenido en su nuevo disco SP, fue la canción escogida para abrir la actuación. Los cinco de Canadá sólo se vieron acompañados de una batería de amplificadores de color blanco, que dotaban al escenario de gran elegancia, y un fondo que mutaba mediante diversas lonas. En un escenario sobrio y distante de grandilocuencias Simple Plan ejecutó, uno tras otro, temas pasados y presentes. E incluso hubo tiempo para las versiones, ya que mediante un ‘medley’ la banda canadiense tocó diversos temas ajenos como por ejemplo “I Kissed A Girl” de Kate Perry.

El grupo conectó en todo momento con los allí presentes: invitaciones a cantar, frases en español, continuos chistes e incluso una canción cantada en español, hicieron que el grupo se ganase al público desde el primer momento. Entre las canciones elegidas para la noche figuraron éxitos internacionales como “Welcome To My Life”, “When I’m Gone”, o “I Do Anything”. Temas que han llevado a la formación a lo más alto de la escena músical pop-punk. Como momento emotivo de la noche cabe reseñar el momento en el que Pierre Bouvier, cantante de la formación, se dispuso a entonar “Save You”, canción dedicada a su hermano enfermo de cáncer. La banda canadiense quiso cerrar la actuación con “Perfect”, una entrañable canción de su disco No Pads, No Helmets, Just Balls, que fue coreada por el público con gran emoción.

Simple Plan, Zebrahead y Kids In Glass Houses seguirán de gira por Europa durante este mes.


Texto: Luís José Masa González
Foto:
Pablín

10.11.08

YAKUZAS: Es sólo Rocanrol… pero nos encanta (Sala Taboo, 6/10/08)

Cuando uno va a ver a un grupo muchas veces puede pensar que el espectáculo va a ser más o menos el mismo que en otras ocasiones. Bien es sabido que para todo hay excepciones, y la última muestra nos la dejaron los Yakuzas en la noche del pasado jueves. Sobre el escenario de la madrileña sala Taboo, el cuarteto demostró por qué cada día merece más la pena acercarse a verlos.

Con el contundente "Arde o Muere" comenzaba una velada de rocanrol en estado puro que logró conectar desde los primeros acordes con el público asistente. Después llegaron temas más canallas como "¿Te hace esto tu chico?" o "Bésame, estoy borracha", que representan la idiosincrasia de los Yakuzas y hacen que la conexión entre la banda y el público sea total. Un público que demuestra en cada bolo su fidelidad al grupo. Da igual si tocan un jueves y al día siguiente hay que madrugar, la realidad es que están consiguiendo mover a la gente.

Pero más allá de tener un repertorio fijo, cada show que nos proponen los Yakuzas tiene algo diferente que lo hace especial. Anoche, para no ser menos, también hubo hueco para presentar dos temas nuevos. "Es sólo Rocanrol", que supone toda una declaración de principios, y "Ya dormiré cuando esté muerto", que refleja el espíritu juerguista de la formación.

Además de la fuerza y seguridad que demuestran sobre las tablas, los Yakuzas tienen algo muy claro: hay que seguir mejorando. Quizá sea esa cabezonería por ser cada día un poco mejores lo que ha llevado a que muchos de los temas ya míticos de la banda, como "Tanakatana" o "Magnetismo Personal", hayan ido evolucionando a la vez que el grupo. Se notan las horas en el local de ensayo intentando pulir los pequeños detalles para conseguir un resultado mejor. Si escuchásemos el primer bolo que dieron allá por las navidades del año pasado, nos daríamos cuenta de que hablamos de otra banda; eso sí, sin perder la personalidad que les ha hecho ir creciendo poco a poco.

Pero esto no ha hecho más que empezar. A los bolos que están dando por varias salas de la capital, hay que sumar el próximo lanzamiento de un nuevo EP del grupo, bajo el título de Bondage, que verá la luz en los próximos meses. Un trabajo en el que se verá reflejada la madurez y el saber hacer del grupo.

Alguien dijo que al andar se hace el camino. Pues bien, los Yakuzas ya han empezado a caminar, y esperemos que sea por mucho tiempo.



Texto: gonzaskatu
Fotos: Rock Connection

3.11.08

Bunbury: Helville de Luxe en directo

En Madrid, ante un público entregadísimo ya desde antes del comienzo mismo del concierto, Enrique Bunbury presentó en directo Helville de Luxe. Viejas canciones, nuevas sensaciones, algún tema de su último trabajo y misma energía fueron las notas dominantes del regreso del aragonés en solitario.

El concierto dio comienzo de forma puntual, como sucede habitualmente con Bunbury, y lo hizo con ganas de entusiasmar al público con uno de sus clásicos: “El club de los imposibles”, a la que siguió “La señorita hermafrodita” y el segundo single de Helville de Luxe: “Hay muy poca gente”.

Las cartas estaban sobre la mesa y Enrique, acompañado de banda nueva, mostró su vena más rockera a un público que no dejaba de corear sus canciones. Uno de los puntos fuertes del concierto fue el dar una vuelta de tuerca a los temas que le han acompañado desde el fin de Héroes. Desde “El extranjero” hasta “El viento a favor”, todos los temas anteriores a este Helville de Luxe sonaron con aires nuevos; donde cobró mucho más protagonismo la guitarra para darles un toque más agresivo pero sin perder su espíritu.

En este sentido la canción que se vio más renovada fue “Lady Blue”, que arrancó a solas con un piano para acabar haciendo vibrar a los fans con el lado más cañero del artista. Sin duda, uno de los momentos álgidos de la noche.

Además de repasar sus éxitos, no faltaron “Apuesta por el rock & roll” de su etapa en HDS y fija de sus conciertos, “Desmejorado” de su proyecto con Bushido, y “El tiempo de las cerezas” del directo que grabó con Nacho Vegas y que sirvió para cerrar la noche.

A pesar de las dos horas y media larga que duró el concierto, se echaron en falta más temas de Helville de Luxe. “El hombre delgado…”, “Bujías para el dolor”, “Doscientos huesos y un collar de calaveras”… y así hasta llegar a siete canciones fueron las elegidas para interpretar en directo. Dio la impresión de que no quiso arriesgarse y fue sobre seguro. Tal vez por temor a que el público no conectara tanto con el nuevo material que aún lleva poco tiempo en la calle.

Así, mientras algunos disfrutaron como enanos con las canciones de siempre; otros hicieron lo mismo, pero quedándose con la espinita de escuchar más temas nuevos, e incluso, alguno de los exclusivos de la versión en vinilo del disco.

De todas formas, fue un concierto para el recuerdo. Tanto fue así, que después de tocar “… Y al final”, tema con el que estaba previsto acabar el concierto, Bunbury decidió improvisar un tercer bis donde se marcó dos temas más y un final de lo más íntimo con la formidable “El tiempo de las cerezas”.


Texto: Daniel San
Imágenes:
www.enriquebunbury.com & Daniel San


26.10.08

Olivia Ruiz: La chica chocolate


El Disco

La chica chocolate es la presentación en nuestro país de la francesa Olivia Ruiz. La cantante, que saltó a la fama después de haber pasado por la versión gala de Operación Triunfo (Star Academy), con sólo dos discos en el país vecino, ha revolucionado todo el panorama musical siguiendo un estilo fresco y muy personal.

Esto gracias, entre otras cosas, a la multitud de influencias de las que bebe: desde el flamenco por su ascendencia española, al swing, al rock o al folk sin ningún tipo de complejos. Despegándose, de esta forma, del camino más fácil y comercial para concebir una personalidad propia.

Pues bien, tras J'aime pas l'amour, La Femme Chocolat (más de un millón de copias vendidas) y el directo Chocolat Show, la joven artista cruza los Pirineos con La Chica Chocolate, que recoge temas de sus dos discos de estudio anteriores. En el disco se desenvuelve en francés, inglés y español con enorme naturalidad.

El LP, que se compone de 15 canciones (seis de las cuales grabadas en nuestro idioma), cuenta con la colaboración especial de Julieta Venegas en una de ellas: “Las migas de mi corazón”. Además, todas sus letras están aderezadas con un toque de ironía que les sienta muy bien.

Bien acompañada, se atreve incluso a componer algunos de los temas del disco para demostrar que lo suyo no es sólo cantar.

Discurriendo a través de una base de pop y varieté francesa, Olivia Ruiz toca variedad de estilos para contarnos pequeñas historias sobre sí misma y la vida en general. La diversidad no está sólo presente en los estilos e idiomas de los que se nutre el disco, sino también en los instrumentos: tales como guitarras, saxos o acordeones que le dan una mayor riqueza.

Estamos ante un LP con un carácter muy personal que sorprende, haciendo las delicias de los más exigentes y los consumistas sin criterio. La femme chocolat viene para quedarse.

El directo

Tras un anecdótico paso por Santander en 2007, Olivia Ruiz por fin ha decidido dejarse caer por estos lares para promocionar La chica chocolate. Las ciudades elegidas para la presentación en directo han sido Barcelona y Madrid con una acogida mejor de la esperada.

En Madrid, a pesar de que no ofreció un concierto espectacular, Olivia supo contentar al público que se desplazó hasta la sala Joy Eslava para verla, con guiños constantes a través de los que intentó implicar a los allí presentes.

Las características de la sala y de la actuación en sí, contribuyeron a crear un ambiente intimista en el que los asistentes podían prácticamente conversar con la cantante entre canción y canción.
Una música cargada de melodías pegadizas y letras divertidas hizo que en más de una ocasión se produjeran sonadas carcajadas entre el público que agradecido le devolvía el gesto a la artista en forma de aplausos y piropos.

Todas las canciones estuvieron impregnadas de ese toque folk que caracteriza
a la música procedente del país galo, utilizando instrumentos como el acordeón o el xilófono y la dinámica del concierto hacía que sin apenas tiempo para recuperarse se pasara de suaves acordes de guitarra a frenéticos ritmos calados hasta la médula de tintes rock.

Durante la hora y cuarto de actuación hubo intensidad y buen "feeling" a partes iguales aunque eso si, todo hay que decirlo, no fue uno de esos
conciertos que quedan grabados a fuego sobre todo por la escasa duración del mismo y por la ausencia, en algunos momentos, de un factor imprescindible para completar un buen papel, la garra.

En definitiva, un buen concierto pero sin grandes alardes, el público quedó satisfecho y la artista no decepcionó que al fin y al cabo es lo importante.


Texto: Cuélebre!! & Daniel San
Fotos:
www.olivia-ruiz.com & Rock Connection